domingo, 25 de agosto de 2013

El sarandajo (capítulo 7)

Capítulo 7.- Las piedras también cantan


De vuelta con el gofio recogido en el molino, D. Gregorio pasó a saludar a mi abuelo, que aunque parecía que había perdido las palabras, se le desataba sorprendentemente la lengua con  su amigo.  Se fueron a “Ca” el Inglés” para degustar unos rones y un plato de jarea o unos chochos, o tollo o algunas de las delicias canarias para el enyesque o…Allí se encontraba, entre la concurrencia, Joaquín. Este se dedicaba a la sorriba en la Finca de los Marrero. Y como tal hombre, metido en esas labores, era fuerte en exceso, rudo por la naturaleza y bruto por el trabajo. En esos momentos se le oía decir:  
“Pá” conquistar a la mujer sólo hay un secreto: A los comienzos hay que darles buen pan y buenos palos. Y ya luego les quitas el pan.
La discusión de mi abuelo con D. Gregorio iba por otros lares:
  La piedra ni es animal, ni es persona.
 ¿Y quién carajo le discute eso, caballero?
  Pero vive. La piedra vive.
   No, no señor, la piedra existe y nada más.
Bueno, bueno. Y la piedra viva. ¿Qué coño es?
 Pues una piedra joven que no se ha formalizado.
 Carajo, igual que usted y que yo. De joven nadie se formaliza.
 No me hable de piedras que ando con ellas todo el día. He visto piedras que sólo les falta hablar. Y he visto piedras que me han hablado. Por supuesto que en un idioma que usted nunca entenderá.
 Ahora me va a decir usted que habla…
No, yo no tengo la teja rodada. Pero le demuestro que según ponga las piedras ellas le dicen: siéntese usted, por ejemplo, o…, si se sienta, allá usted. Y eso según su idioma. Me explico: Si yo pongo varias piedras formando un banco, le dicen: Siéntese usted caballero y descanse. Sin embargo, si pongo una sola y picuda en su extremo, lo que le dice es: siéntese usted si quiere y allá usted. Esta es la primera clase, venga mañana y le sigo enseñando el idioma de la cantería de Arucas.
– Una piedra viva es joven y como tal quiere vivir. Si le aplicas cincel y martillo se resiste. Te dice que esperes, que la dejes ver mundo. Es normal. Es ley de vida. Vida de piedra, animal o persona. Si usted vive gracias a ellas. A ver si se cree que nuestra isla es de plastilina. Piedra, y piedra volcánica. Forjada a fuego.
 – ¿Usted no ha oído a las piedras cantar? ¿Y a los callaos en la playa cuando le cantan al mar para que se vaya y componen el arrorró más bonito del mundo?

FINAL: Esto es verdad. Yo soy el Sarandajo.